martes, 25 de febrero de 2014

Los huertos urbanos llegan a nuestras vidas


Iniciativa desarrollada en Granada. Foto: Belén Gavín
En nuestra vida cotidiana cuando tenemos que opinar sobre algo, el primer paso suele ser definir sobre que estamos hablando. Esto sucede también a nivel académico. El primer paso es siempre definir el objeto de estudio. Entre los sociólogos y economistas definir el medio rural, que abarca, a donde llega y por que elementos esta compuesto ha sido una tarea que consumió muchas horas y páginas. Y como resultado de esta categorización, también definimos lo que no es medio rural, es decir lo urbano.


Esta diferenciación, fruto de la propia categorización, ya hace tiempo que salió de las primeras páginas de las revistas académicas sobre desarrollo rural pero aún permanece un poso importante en el imaginario colectivo.
La sociedad en la que vivimos, posiblemente más profundo en nuestro caso, tendió hacer una diferenciación muy marcada entre lo rural y el urbano. Y le puso una fuerte carga subjetiva a estas dos etiquetas, enfrentando modelos de vida y modelos productivos "encontrados".

El rural quedaba fuera de lo que entendíamos como urbano y además era, digamos, menos deseable. Eran las ciudades los nodos donde se producía la comunicación y el progreso, donde se desarrollaban las actividades culturales y, en definitiva donde valía la pena vivir. Con el crecimiento del uso de los medios de comunicación y de la mano de la globalización las ciudades no sólo eran diferentes del medio rural sino que se despegaron del territorio en el que estaban situados.

Los debates que se suceden alrededor de lo que podemos llamar cómo nueva ruralidad buscan romper con esta dicotomía de base. Está surgiendo un proceso llamado recampesinización (Ploeg, 2010) donde se invierte esta desacoplación entre la ciudad el mundo rural. Entramos en los llamados canales cortos de comercialización, relaciones comerciales donde hay uno o ningún intermediario y donde el productor y el consumidor tienen total capacidad para decidir (López García, D., 2011).

Y uno de los ejemplos que mejor describe esto son las huertas urbanas. Este fenómeno se está dando en las ciudades de todo el mundo en mayor o menor medida. Iniciativas personales, promovidas por los ayuntamientos o por otras administraciones públicas se están extendiendo por el estado español.

Las motivaciones que están haciendo brotar estas iniciativas son diversas. Desde la preocupación por la salud, una concienciación sobre el modelo productivo o una actitud ecologista pasando por una actividad de ocio o de ahorro. Sin embargo, lo que se pone encima de la mesa es una ruptura con una visión que identificaba la agricultura con el medio rural y en contraposición con las ciudades. O por decirlo de otra manera, rompe con una visión que descarta la agricultura de las ciudades.
Jornada de trabajo en "Huertos Familiares". Foto: Belén Gavín

Las primeras experiencias en el estado español se remontan a los años 80 en un contexto de crisis económica y, de manera paralela, las primeras políticas públicas por parte de los ayuntamientos. Uno de las primeras huertas creara en Sevilla, la huerta de las Moreras, en el parque de Miraflores. Del mismo modo en Barcelona en el año 86 un grupo de vecinas y vecinos montan la "Hort de l´Avi", cerca del "Parc Güell".

Desde entonces hasta la actualidad, iniciativas de este tipo fueron creciendo en todo el estado. En ocasiones de la mano de las instituciones, como las huertas de Belvís o el programa EnTransición de la USC (ambas en Santiago de Compostela) o a pesar de estas, como la iniciativa "Esta es una plaza", que surge en el barrio madrileño de Lavapiés y que tras el cierre por parte del Ayuntamiento de Madrid despierta un fuerte apoyo popular y obliga la cesión definitiva del solar sólo un año después.

En las próximas entradas me gustaría entrar más al por menor en alguna de estas experiencias, recogiendo todos los puntos de vista y desgranando algunas alternativas al actual modelo de consumo.

-Fernández Casadevante, J. L. y Morán, N. "Sembrando otras formas de habitar la ciudad". Revista El Ecologista nº 70.

-López García, D. "Canales cortos de comercialización como elemento dinamizador de las agriculturas ecológicas urbana y periurbana". I Congreso Estatal de Agricultura Ecológica Urbana y Periurbana. Elx, 6 y 7 de mayo de 2011.

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